Según datos proporcionados por el Ministerio de Interior, el número de asaltos en domicilios se ha visto incrementado espectacularmente en el conjunto nacional y especialmente en la Comunidad de Madrid donde han aumentado un 27,1% desde el 2012.
La explicación a este fenómeno está obviamente en la crisis y además en las proliferación de tiendas de compra venta de oro, muchas de las cuales, abren para darse baja unos meses después, propiciando el pirateo y el interés por el robo de joyas y oro, un valor seguro en estos tiempos.
En esta coyuntura, los seguros de Hogar están cobrando especial importancia, sin embargo, pese a que este tipo de seguros esté muy difundido en la sociedad, existe entre los asegurados un desconocimiento de las coberturas, limitaciones y servicios que contienen.
En los seguros de hogar se pueden asegurar dos partes de la casa. Por un lado el continente, es decir, la vivienda en si, para que la compañía cubra los daños en estructura, paredes, suelo, techos, etc.. Por otro lado, se puede asegurar el contenido cubriendo así lo que tenemos en el interior de la vivienda, ya sea mobiliario u otros bienes.
Si bien es cierto, que los seguros que sólo cubren el continente salen más baratos, es recomendable tener una cobertura de contenido para protegerse ante un eventual robo en el domicilio.
Así mismo es importante tener en cuenta que para la garantía que cubren las compañías no es lo mismo un robo que un hurto, y que si bien todos los seguros cubren los robos pero no así los hurtos. La diferencia entre uno y otro parte en la forma en la que se realiza la acción. En el robo hay uso de fuerza material (rotura de cerraduras, cristales, etc.) y en el hurto la sustracción se hace sin violar el domicilio ó sin que la víctima se percate de la falta del bien sustraido.
